No quería escribir este post, de verdad que no. Sólo hay palabras cursis y frases que sonarán a tópico. Pero aquí estoy, contando una historia que no quería dejar salir de mi corazón.
Fue en verano del 2008, en un pueblo que olía a mar. Allí, después de estar horas tumbada al sol y comer con los pies entre la arena, me fui a descubrir la otra parte de aquel pequeño lugar, el puerto de casitas blancas, barcos, restaurantes, un supermercado y tiendas de ropa, la zona guiri. Calles estrechas y otras infinitas me llevaron a una tienda llena de ropa italiana. Empecé a probarme toda la ropa que me gustaba mientras chicos con náuticos y wayfarer se paseaban por la tienda, con ese acento británico que seduce hasta el alma. Me fui sin comprar nada, solo me lleve de allí un catalogo y un nuevo amor, Denny Rose.
Este fue el principio...
Me pase toda la otra parte del verano del 2008 estudiando cada conjunto de aquel catalogo, cada prenda que salía en él, las poses de las modelos, todo. Empecé a obsesionarme. Cada día, con el catalogo en mano, desordenaba todo mi armario en busca de prendas que se parecieran a las que salían en aquel libro, que me transportaba a otro mundo cada vez que lo abría. Aquel otoño mi mayor ilusión se hizo realidad, me compraron dos prendas de aquel catalogo y fui
la niña más feliz del mundo.
Y allí empezó mi pasión por la moda. Buscando cada temporada los catálogos de aquella marca que me hacían sentir viva. Porque sus páginas me tenían enganchada durante horas.
Me activaba la mente y desarrollaban mi imaginación.
Me enseño que cualquier cosa es posible, y comprar aquella marca era un pequeño placer que me hacia feliz.
Desde entonces tengo todos los catálogos que han salido (incluidos los de Cheap Theory), y nunca he sido capaz de recortarlos, tienen un lugar muy especial en la biblioteca de casa junto a Jane Austen.
También tengo una pequeña colección de las prendas que salían en estos catálogos, aunque solo de vez en cuando puedo comprarlo -la ropa italiana es carísima-, es uno de mis lujos, vicios, adicciones-llamalo como quieras- que dibujan la más tonta de las sonrisas en mi cara.
Sigo siendo aquella niña, solo que esta vez, con un Marlboro Light, una enorme taza de té y mi nuevo catalogo de primavera de 2013 en mano.
Espero que os guste este post, me viene la inspiración cada vez que pienso en Denny Rose. Os dejo aquí una pequeña parte del nuevo catalogo, disfrutadlo:
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